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miércoles, 30 de diciembre de 2009

JESUS ERA UN PISCIS

MIÉRCOLES 18 DE MARZO DE 2009
Jesús nació el 1 de Marzo del Año 7 AEC
Lo que sigue corresponde al Capítulo «Una Cuestión de Fechas», del libro «El Legado de María Magdalena», de Laurence Gardner.


http://xentinels.blogspot.com/2009/03/natividad.html

Un aspecto curioso de los evangelios del Nuevo Testamento es que, aunque en esencia todos ellos cuentan la misma historia, no siempre están tan de acuerdo como uno podría imaginar. Hay algunos detalles particulares singulares, como el de la boda de Caná y la resurrección de Lázaro, pero si quitamos esto de la ecuación, el relato básico de la vida y la malhadada misión de Jesús es común a los cuatro evangelios. Sin embargo, existen muchas discrepancias en la forma en que biográficamente se transmite el relato.

Un buen ejemplo de las discrepancias de discurso de los evangelios lo podemos encontrar en el mismo comienzo, en la Natividad, que la tienen en común dos de ellos. Marcos no hace referencia a este acontecimiento, mientras que Juan alude a él libremente, de pasada. Sólo Mateo y Lucas cubren plenamente el tema, pero sus marcos temporales son completamente distintos.

En Mateo 2:3, se sitúa la Natividad durante el reinado del rey Herodes de Judea, Mateo 2:22, da el detalle de que el hijo de este rey era Arquelao de modo que llegamos a la conclusión de que se trataba de Herodes I, el Grande, que murió en el año que clasificamos ahora como 4 a.C.

Lucas 2:1-2 da una cronología diferente, al decir que Jesús nació en el año del censo de Judea que ordenara el emperador Augusto, cuando Cirino era gobernador de Siria. En Antigüedades Judaicas, del siglo I, se dice que, efectivamente, hubo un censo en Judea dirigido por el senador romano Cirino por mandato de César Augusto. Es el único censo del que se tiene noticia en la región, y tuvo lugar en el último año de reinado del hijo de Herodes el Grande, Herodes Arquelao, que fue depuesto en el año 6 d.C.

Los Evangelios hacen referencia a Herodes el Grande y a Herodes Arquelao simplemente como «Herodes», como si fueran la misma persona. Posteriormente, a Herodes Antipas de Galilea, Herodes Agripa de Judea, Herodes Agripa II y Herodes de Chalcis se les llama igualmente «Rey Herodes». Por tanto, es esencial tomar la perspectiva adecuada en la cronología de los evangelios para saber de qué Herodes se está hablando en un momento determinado.

Respecto al nacimiento de Jesús, se nos dice que tuvo lugar antes del año 4 a.C. (Mateo) y en el 6 d.C. (Lucas). Esto supone una diferencia mínima de nueve años y, si no pudiéramos recurrir a los archivos comunales del Mar Muerto, sería imposible comprender el por qué de esta aparente discrepancia al respecto. Sin embargo, resulta que el «nacimiento» era un acontecimiento doble. Primero, estaba el nacimiento físico; después, estaba el nacimiento para la comunidad. El segundo era un ritual simbólico de renacimiento, cuando se envolvía ceremonialmente al niño con vestidos de lino (se le fajaba) y se le introducía figurativamente en sociedad. Éste es el acontecimiento que registra Lucas, mientras que Mateo habla del nacimiento físico de Jesús, que fue anterior.

Históricamente, en la tradición esenia, estos acontecimientos natales estaban separados por doce años de diferencia. El Nacimiento en la Comunidad era el precursor de la tradición del Bar Mitzvah (Hijo de la Alianza) que, desde la Edad Media, significa la entrada como miembro de la congregación judía, y que se realiza al inicio de los trece años de vida. Lucas dice que el segundo acontecimiento tuvo lugar en el año 6 d.C. (el año de Cirino y del censo imperial), de manera que, a partir de aquí, podemos determinar que Jesús nació en realidad en el año 7 a.C., lo cual ciertamente le hace nacer durante la última parte del reinado de Herodes el Grande.

El hecho de no conocer esta costumbre de los doce años llevó a un error posterior en la traducción de Lucas, cuando se habla de la iniciación de Jesús en la vida adulta. La historia se cuenta en Lucas 2:41-50, cuando Jesús se quedó en el Templo, en cierta ocasión en que había ido a Jerusalén con sus padres. Se dice que esto sucedió cuando Jesús tenía doce años de edad, pero en realidad se habla de su «duodécimo año», que no es doce años después de su nacimiento en el mundo, sino doce años después de su nacimiento en la comunidad. En la Pascua de aquel año, Jesús tendría entonces veinticuatro años, la edad de la mayoría de edad social. Y, en lugar de acompañar a sus padres en las celebraciones, se quedó en el Templo para tratar de su nueva condición con los maestros, diciendo: «¿No sabíais que yo debía ocuparme de los asuntos de mi Padre?». Su padre espiritual, el Padre de la Comunidad, era en aquel momento el sacerdote Eliezer Anás.

En las cronologías bíblicas, se suele situar la Natividad en el año 5 a.C. (por ejemplo, en la Oxford Concordance Bible), lo cual se desvía dos años nada más de la realidad pero, ¿qué tiene todo esto que ver con nuestra tradicional estructura de datación de Antes y Después de Cristo (a.C. y d.C.)?

La primera secuencia de fechas bíblicas que se publicó se hizo en 526, habiendo sido calculada por el monje Dionisio el Exiguo. Según sus cálculos, Jesús nació en el año 754 AUC (Anno Urbis Conditae, que significa «Años después de la fundación de la Ciudad [de Roma]»). En este contexto, el 754 AUC era el equivalente al 1 a.C. del nuevo calendario, lo cual da sentido al Anno Domini (Año de Nuestro Señor). El primer soberano cristiano en emplear el calendario de Dionisio fue el emperador Carlomagno, en el siglo VIII, y su uso se difundió poco a poco por toda Europa, determinando así los milenios que aplicamos hoy en día.

Sin embargo, posteriormente se decidió que, dado que Jesús había nacido durante el reinado de Herodes el Grande, tendría que haberlo hecho antes de la muerte de Herodes, que acaeció en 750 AUC, el cual ya se ha concretado como el 4 a.C. En consecuencia, el editor inglés William Eusebius Andrews de Norwich (1773-1837), junto con sus homólogos de Nueva York, George Pardow y William Denman, ajustaron el calendario del monje, reestableciendo con más precisión la fecha del nacimiento de Jesús en el año 5 a.C. (749 AUC), un año antes de la muerte de Herodes. Ésta es la fecha que se da ahora normalmente en los libros de referencia actuales, pero convierte en un sinsentido absoluto las clasificaciones previamente cimentadas de a.C. y d.C.

Gracias a la confusión en esta secuencia de datación y redatación, las recientes celebraciones del Milenio bien podrían haberse celebrado a los 2.000 años de la introducción arbitraria de un calendario romano, pero tuvieron lugar siete años más tarde de lo que hubiese sido relevante acerca del verdadero nacimiento de Jesús.

Con esto podemos ver que, aunque los relatos de Mateo y de Lucas no son imprecisos, parecen diferir en la superficie, hasta que comprendemos las costumbres y la terminología de la época evangélica. Sin estos conocimientos, buena parte de las narraciones del Nuevo Testamento se pueden malentender con facilidad. En nuestra investigación sobre la vida de María Magdalena, se hace imperativo que conozcamos la naturaleza de ciertas tradiciones contemporáneas con el fin de determinar los detalles precisos del matrimonio de María con Jesús, tal como se describe en el Nuevo Testamento.


LA FECHA DEL NACIMIENTO DE JESÚS

La graduación de Jesús en Jerusalén en su 24º cumpleaños es de especial relevancia, porque determina su mes exacto, que Lucas afirma tuvo lugar en el tiempo de la Pascua.

En el Antiguo Testamento, en el libro del Levítico 23:5, se establece la ley a este respecto, afirmando que la Pascua del Señor se celebre en la víspera del «14º día del primer mes». El Año Nuevo judío se celebra en septiembre, situándose la Pascua en marzo. Sin embargo, existe una diferencia entre los términos de Año Nuevo y Primer Mes, si bien ninguno de los dos se conforma al ciclo enero-diciembre del calendario gregoriano.

El Año Nuevo judío, conocido como Rosh Hashanah (Cabeza del Año), tiene lugar en el primer y segundo día de Tishri (septiembre-octubre), mientras que el Levítico se refiere al Día de la Rememoración, Yom Ha-Zikkaron, en el mes de Nisán (marzo-abril). En la práctica, estas celebraciones caen en los meses equinocciales de marzo y septiembre. Sin embargo, por confuso que parezca, el primer mes del calendario judío no es Tishri, sino Nisán, el mes que se utilizó históricamente para contar los años de reinado de los reyes.

En cualquier caso, dado que Jesús entró en su «duodécimo año» (24 años de edad) en el 771 AUC [18 d.C.] y recibió su grado con los doctores del Templo durante la Pascua, podemos determinar a partir de aquí que su nacimiento tuvo lugar a principios de Nisán (marzo), en una fecha anterior al día 14, tal como se especifica en la normativa de la Pascua en el Levítico.

Para calcular la fecha precisa, podemos volver a la fraseología de datación del Nuevo Testamento, tal como se establece en los términos de datación esenios de los Manuscritos del Mar Muerto. Éstos comienzan por determinar los equinoccios y los solsticios. En el Nuevo Testamento, en griego, la frase en ekenais tais hemerais (en aquellos los días) hace referencia al mes equinoccial de Tishri (septiembre), mientras que la frase en tais hemerais ekenais (en los días aquellos) hace referencia al mes equinoccial de Nisán (marzo). La frase en tais hemerais tautais (en los días estos) significa Tamuz (junio), y en tautais tais hemerais (en éstos los días) es Tebeth (diciembre). El factor clave lo constituye la posición del sustantivo hemerais (días),

Continuando, y más en concreto, treis hemerais (tres días) hace referencia al Día-3 (martes), siendo el domingo el Día-1, etc. Cuando se utiliza una definición como hemerai okto (Día-8), se posiciona en relación al Día-1; es decir, el octavo día después de un acontecimiento dominical en particular (por ejemplo, al domingo siguiente), en lugar de citársele como Día-1 de otro ciclo semanal. Esto es importante cuando se toma en consideración el relato de Lucas sobre la circuncisión de Jesús.

La alianza de la circuncisión se especifica en el Génesis 17:11-12, que dice que se realizará cuando el niño tenga 8 días de edad. Esto se corrobora en Levítico 12:3. Con respecto a Jesús, Lucas 2:21 cuenta, «Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle...». Pero el original griego no dice okto hemerais (8 días), dice hemerai okto (Día-8), dando a entender al domingo siguiente de un domingo Día-1 en particular. Sin embargo, sabemos por el Levítico que esto también fue 8 días después del nacimiento de Jesús, que por tanto debió ser un domingo. Además, sabemos que se trataba de un domingo anterior a la Pascua (14 de Nisán, marzo), lo cual reduce las posibilidades a sólo dos domingos.

Volviendo ahora a los días del mes, nos encontramos con que había definiciones específicas para fechas clave, con terminologías tales como «este día», «aquel día», «el día siguiente» y «el último día». El primer día de un mes se identificaba como «este día», término que también identificaba la fecha del Año Nuevo romano, de acuerdo con el calendario juliano, introducido en el 46 a.C. En cuanto al día de nacimiento de Jesús, se utiliza específicamente el término: «Pues os ha nacido en este día...» (Lucas 2:11), y el calendario romano comenzaba el 1 de Marzo.

En conclusión, la fecha de nacimiento de Jesús parece haber sido el domingo, 1 de marzo del año 7 a.C., según el calendario juliano. Y según el Finigan's Handbook of Biblical Chronology, este día fue ciertamente un domingo.

Para adecuarse a las convenciones mesiánicas, a Jesús se le habría asignado posteriormente un día de nacimiento dinástico oficial, el del 15 de septiembre, para regularizar su estatus. En algunas tradiciones estrictamente ortodoxas, la fecha de nacimiento de Jesús todavía se considera que fue en septiembre (Tishri), el mes de la Expiación (Yom Kippur). Éste era el mes de nacimiento designado oficialmente para los herederos dinásticos, fuera cual fuera el mes en el que hubieran nacido en realidad. Y fue ya en el año 314 d.C. cuando el emperador Constantino cambió arbitrariamente la fecha del nacimiento de Jesús al 25 de diciembre. Y tuvo un doble motivo para hacerlo. En primer lugar, porque separaba la celebración cristiana de cualquier asociación judía, sugiriendo así que Jesús era en sí mismo un cristiano y no un judío. Y en segundo lugar, porque lo hacía coincidir con la celebración solar pagana del solsticio de invierno, una fecha que resultaba familiar para los ciudadanos de Roma.

Nota de Xentor: Me parece muy oportuno agregar los siguientes párrafos de «La Estrella de Belén», un artículo del filósofo de la Nueva Era español Félix Gracia (Rev. «Más Allá de la Ciencia», Nº 22 – Diciembre de 1990):

Conocer las posiciones de los planetas 2.000 años atrás se reduce a un simple cálculo matemático teniendo en cuenta la precisión de sus respectivas órbitas. De esta manera puede comprobarse que, en el año 7 antes de nuestra era, cinco planetas de aquellos siete conocidos —Sol, Luna, Venus, Júpiter y Saturno— coincidieron en el signo de Piscis dando lugar a una gran conjunción o estellium.
"Tal acontecimiento astronómico tenía lugar exactamente el día 1 de Marzo del año 7 a.C. y a él podría referirse San Ignacio de Antioquía en su Epístola a los Efesios, a comienzos del siglo II: «La luz de la estrella superaba la de todos los demás, su resplandor era inefable y su novedad hacía que quienes la contemplaban se quedaran mudos de estupor. El Sol, la Luna y otros astros formaban el coro de la estrella»". [...]

[...]

Si las cosas suceden en la Tierra en sincronía con las del Cielo, aquella especial posición celeste evidenciada por la gran conjunción en Piscis, estaría hablando de una idéntica encarnación en la Tierra, de un ser especial y con un especial destino. Jesús, pues, podría ser un Piscis puro, nacido el 1 de Marzo del año -7.

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